Para llevar a Stabri a Pekín hemos tenido que esperar unos meses, recogerlo en Madrid de manos de Miguel y darnos un paseo hasta Moscú para coger el avión.
Seguro que hay mejores formas de llegar a China pero entre la de Marco Polo y esta me quedo con esta. ¿Tu Stabri?
Pertenezco al grupo Europa Asfalto: aventura en coche esta vez vamos 4 y Stabri en nuestro mes en China. Estamos alucinandoooo, estamos en China
Hemos visitado el templo de los lamas, el de confucio y el parque del cielo, con el templo circular.
Dos chavales han sido muy simpáticos con nosotros. Uno, atraído por españa, simplemente se interesaba por nosotros y nuestras patatas fritas. El otro nos ha ayudado a llamar por teléfono y preguntar a un hotel en chino.
Ademas, Ester la rubia llama aqui mucho la atencion y un grupo enorme de niños ha hecho cola para hacerse una foto con ella.
Hemos conseguido tren nocturno a pingyao el martes por 15€! Y para comer, puestos callejeros. Pasteles de carne y verduras a 0’08€ y noodles en un mercadillo a 2’8€.
Alucinante!!!
El palacio de verano del emperador. Nos ha llevado todo este (CALUROSO) día. Es enorme y precioso, y había muchísima gente. Stabri ha hecho una nueva amiga. Ha sido agotador porque había que caminar mucho y subir muchas escaleras.
Tiene un lago artificial sobre el que pasean los chinos en unas barquitas y lo nunca visto: Un barco de mármol!! Si, si, de mármol!! Como el de los picapiedra, jeje
Os pongo una captura de Google Maps para que os hagáis una idea.
También hemos visto alli unas cantantes y acrobatas chinos. En general “les gusta” hacer mucha vida de ocio al aire libre y en grupo.
Después hemos ido al centro de Pekín, que parece Times Square. En la foto aparece una entidad de ICBC el Industrial and Commercial Bank of China.
Hemos cenado en un mercadillo de rarezas: pinchos de carne, sushi, coco… y grillos y serpiente y estrellitas de mar fritos!!!!!! Mmmmm!
Hemos conseguido llegar como si fueramos unos pekineses mas, en buses abarrotados de chinos, asombrados y simpatiquísimos una vez mas.
La muralla es dura de recorrer y “escalar” y el calor era asfixiante, pero hemos recorrido un buen trecho de los más de 8.500 km que tiene.
Por la tarde, plaza de Tiananmen. Unas cazaturistas han intentado hacerse amigas nuestras para que nos tomásemos un te carísimo, pero hemos huído al ver el percal.
Por la noche, hoy si, zona olímpica. Donde se encuentra el Estadio Nacional de Pekín conocido como nido de pájaro.
Stabri ha hecho muchos amigos. Muchos orientales piden hacerse foto con nosotros. Justo nos vamos a hacer famosos en China, vaya!
Otra foto es de la gran estación central de tren, que es como nuestra segunda casa. Aquí todo es “gran”!
Y Ana con Stabri en un cartel del hotel que nos invita a ser felices! A Stabri no le hace falta, menuda sonrisa tiene!
Stabri quiso dedicar la visita a la gran muralla china a una amiguita muy especial @CharlotteBat
Hoy madrugamos para ir a la Ciudad Prohibida, junto a la plaza de Tiananmen, enclave chino estrella para venerar a Mao y al partido en general. Por todo Pekin se nos recuerda el nonagésimo aniversario de su fundación.
La ciudad es un conjunto de templetes orientales donde vivieron, sin apenas abandonarlo, las dinastias Ming y Qing. Visitarlo es agotador, es inmenso y parece que nunca dejara de extenderse. Después, hemos comido noodles y pollo con arroz, justo antes de salir corriendo hacia la estación.
Y como si uno chinos supiesen que íbamos a ir unos españoles aparecieron con las camisetas de “La furia roja”, compradas en los chinos claro. jeje
Y la camiseta que lleva Ester? La de la aventura de Stabri!! Pero esta no es de los chinos, es la oficial, jeje
En el tren de Pekín a Pingyao, el vagón al principio muy lleno pero ahora está tranquilo y nos hemos tumbado.
Al llegar nos hemos encontrado con dos españoles, Paco y Alba, muy simpáticos, que no pudieron resistirse y se sacaron fotos con Stabri y con los que hemos estado intercambiando impresiones sobre Pekin.
Los chinos alucinan una vez más. Las familias hacen lo imposible por comunicarse con nosotros, los niños quieren que juguemos con ellos, nos hacen fotos… nos preguntamos qué se les pasa por la cabeza al vernos tan distintos a ellos y viajando con un muñeco. Tenemos diez horas por delante.
Visitamos Pingyao, un pueblecito muy típico con casitas y templos típicos. Las murallas son espectaculares. Muy bonito, pero muy turístico, tratan de aprovecharse un poco.
El tren hacia Xi’an ha sido largo y sentados, a rebosar, con mucha gente que viajaba de pie horas y horas. La llegada a la ciudad ha sido una recompensa. Grande, pero agradable y acogedora.
Las fotos en Xian, frente al barrio musulmán y con la torre de la campana de fondo. La del tren es con Alba y Paco, los españoles.
Os escribimos desde Chengdu, acabamos de llegar tras un tren de 16 horas. Los dos días en Xian han sido tranquilos, es una ciudad muy agradable. Os mandamos fotos de la visita a los guerreros de terracota.
Un emperador mando construir un mausoleo de 56 km cuadrados con mas de 6.000 figuras, quizás temeroso de encontrarse en la otra vida a todos los que había derrotado en esta. Stabri está preparando cocienzudamente su próxima aventura en la excavación arqueológica de Jamila
Tomamos contacto con Chengdu. De momento es, posiblemente, el lugar que mas nos ha gustado. Es una ciudad que refleja a la perfeccion el proceso aperturista de China. Grandes obras preparan lo que serán inmensos edificios, los antiguos rascacielos han sido recubiertos con luces que los transforman en colosos brillantes y coloridos por la noche, el metro esta recién estrenado. Las grandes firmas se huelen su potencial, y ya han invadido Chengdu con megatiendas que tratan de empequeñecer a las marcas de imitación. A falta de masas de turistas y una sobrepoblacion, resulta muy agradable pasear por las calles, a la vez que se multiplican las miradas curiosas hacia los grupos de forasteros.
Hoy hemos visitado el Gran Buda de Leshan, a unos 150 km de Chengdu. Es el mas grande del mundo. Ademas, se encuentra en un complejo de cuevas y templos, y por todas partes se encuentran enormes estatuas budistas en piedra que el musgo se va comiendo. Por suerte, no había muchos turistas cuando hemos llegado, y, en ocasiones, nos daba la sensación de estar descubriendo los restos de un lugar nunca antes explorado. Conmovedor.
Para terminar el dia, hemos concertado con nuestro hostal una noche en la ópera. No solemos contratar nunca nada, pero ir teatro por teatro informandonos de obras y precios habria resultado agotador y nos habria robado mucho tiempo. A ver si la funcion esta a la altura de lo que presumen aqui.
Hay que reconocer y destacar que el autobús de vuelta a Chengdu lo hemos encontrado gracias de nuevo a la amabilidad de un joven chino, que, sin dirigirse a la estacion, nos ha acompanado hasta la puerta misma desinteresadamente.