Isa se acordó de mi y me invitó a acompañarla a Londres. Fueron pocos días pero ya puedo decir que estuve allí. Se puso en contacto con Ana y venga para Londres.
Mucha piedra y mucha cerveza. La verdad es que me lo pasé genial y conocí a las inglesas, esas eternas desconocidas. En resumidas cuentas que Isa fue una gran compañera de viaje.