Febrero es mala época para los muñecos viajeros, ya que los portadores andan liadillos con los exámenes. Pero encontré a Ana que rápidamente me volvió a dar esa vida que tanto deseaba.
Me llevó a su casa, me enseñó a tocar la guitarra, me hizo del Depor (por unos días) y me dejó probar el helado de chocolate. AHHH!! Y a fumar. Un poco peligroso para un muñeco de trapo pero ya sabéis que a mi me gusta el riesgo. Jeje.
Eso si, me presentó a un montón de amigos que enseguida empezaron a hacer planes conmigo. Que se venga a Londres, a Granada, a Salamanca, a mi casa, lerelerelerelere.
Y me prestó por un fin de semana a Isa, mi siguiente portadara para que fuese a Londres.
El caso es que me presta con vuelta. ¿?¿? Es el efecto yoyo, no es pasar de mano en mano. Bueno como estamos empezando le dejo repetir, pero que no se acostumbre.