La primera parada de nuestro viaje nos llevó a Génova, de forma que Stabri pudiese disfrutar del mar antes de continuar con nuestra visita italiana.
Después de nuestra pequeña visita a Génova, Stabri, Luis, Asier y yo cogimos un tren rumbo a Turín. Allí donde nos esperaba mi amigo Brais, de Erasmus en la capital de Piamonte.
Tras dejar a Brais en Turín, nuestra última parada en Italia fue la preciosa ciudad de Milán, donde teníamos previsto coger el vuelo que nos acercaría a Álvaro en Budapest. Aunque solo dispusimos de un día, nos apresuramos a hacer volar a Stabri en el famoso Duomo milanés y recorrer su lujoso centro, lleno de monumentos y zonas comerciales realmente maravillosas.
Tras nuestro periplo italiano, y un breve paso por Bratislava para coger un tren, llegamos por fin a la capital de los Magiares. Nuestro amigo Álvaro, que vive en Budapest, enseñó a Stabri los mejores sitios de las dos orillas de la ciudad divididas por el Danubio, así como los famosos baños termales. Sobra decir que durante esa semana aprovechamos también para no dejar de salir de fiesta ni un día 😀