Salimos soñando con Egipto tempranito de Vilagarcía camino de Oporto para Ginebra, donde haríamos noche.
La aventura en Egipto se inició en Ginebra (Suiza) donde llegamos el viérnes 28 de enero de 2011, por la tarde. Así que decidimos visitar la ciudad en una carrera para que no se diga que no hemos estado. La verdad es que soplaba un fuerte viento helado que evitó que pudiéramos ver una de las atracciones más turísticas de Ginebra: el Jet d’eau que se encuentra en el lago Lemán del río Ródano; cuando el día es ventoso las autoridades apagan el chorro porque se convertiría en una enorme ducha poco agradable para la ciudad. Allí al lado encontramos un bonito reloj floral que incomprensiblemente (el tiempo era gélido) conservaba sus colores floridos.
Callejeamos el casco antiguo, hasta la Catedral de San Pedro, el paseo Treille, el Arsenal, pero no vimos el monumento de los Reformadores, porque el frío era tan horroroso que nos volvimos al hotel muy deprisa… por si no os lo creéis nos hemos traído unas cuantas fotos que os dejamos. Por cierto, que el transporte público en Ginebra es gratis (te dan una tarjeta en los hoteles).
Descansamos en Hurghada solo una noche, pues nos espera Marsa Alam. Teníamos pensado hacer snorkel pero hace demasiado viento, aprovechamos el pantalán para ver que bichos se movían por el agua, lamentablemente no hicimos fotos al pez escorpión ni a una raya con pintas azules. Tenemos ciertos problemas con el transporte a Marsa Alam pues el caos en El Cairo es total y la empresa que habíamos contratado era de la capital. Finalmente contratamos un taxi y lo arreglamos.
En Marsa Alam el viento nos acompaño pero pudimos hacer algo de snorkel y ver peces… además fuimos hasta la bahía de las tortugas ¡y logramos ver una! Estuvimos 3 noches en un hotel muy bonito
En Aswan nos contaron que no podríamos ir a Abu Simbel, el espíritu “Tahrir” se imponía y los lugares arqueológicos aislados estaban cerrados. Así que nos tuvimos que consolar con visitar el Templo de Philae antes de embarcar en el Ms Orchestra para hacer el crucero por el Nilo hasta Luxor.
Embarcamos en el crucero fórmula uno, no pudo realizar ninguna de las paradas por lo que no vimos el templo de Edfu y el de Kom Ombo lo vimos de refilón a las 6 de la mañana, lo justo para una foto-postal rápida. Así que nos tocó disfrutar del Nilo, de sus orillas de la navegación… inolvidable igualmente , por cierto que el cocinero del barco era un magnífico repostero por poco salimos con un par de quilitos de más. Fue el primer intento de ponerse moreno pero el algodón ni siquiera amarillea al sol…
Alojados en el crucero aprovechamos el tiempo en Luxor para fotografiarnos delante de las pocas casas que quedan en pie en Old Gourna, las están desalojando para excavar debajo ya que hay una gran necrópolis por estudiar. Después nos fuimos a las tumbas y el templo de Deir el Medina y luego al Rameseum… una mañana agradable de piedras, pero tuvimos que renunciar a volar en globo, las cosas seguían revueltas en el norte y los globos no salían.
Me despedí de mis portadores en Londres-Gatwick, desayunamos juntos por última vez (por cierto opíparamente el el buffet del Travelodge) ; Andrea se puso un poco triste, especialmente cuando me fui con Belén… pero así son las cosas ¡quizá volvamos a viajar junt@s!¡quién sabe!